miércoles, agosto 30, 2006

RAMAS


Secas por el invierno. El arbol sobrevive la desnudez. Abrazan el cielo mientras esperan el proximo sol. Pronto la sombra regara la tierra desde lo verde. Mas ramas mas. Quiero mas.

Viejo tren


Un cementerio de trenes detras de un cementerio de humanos. Me atrajo mas el de fierros oxidados que el de huesos. Un museo que nadie visita. San Fernando, Provincia de Buenos Aires

Armas


En estos tiempos se habla mucho de la falta de seguridad o mejor dicho la inseguridad. Yo soy bastante inseguro pero no quiero la seguridad que me proponen estos otros que hablan. La solucion que me dan me crea mas inseguridad. Pocas cosas me hacen sentir peor que los uniformes en las calles y no precisamente de colegiales. La solucion a la degradacion humana a que se somete a gran parte de la poblacion entonces es mas degradacion, persecusion, atemorizacion, represion. Nunca le pregunto a una persona de uniforme oscuro por una calle o para saber la hora, tampoco a un religioso (que suelen usar un uniforme oscuro). El tema pasa por que resolvamos nosotros mismos el problema de nuestra seguridad barriendo con los responsables de la inseguridad de saber si habra algo en el plato el proximo dia para millones de personas. Barrer con los que serian felices si pudieran reflotar los metodos del 76-83 y hoy aprietan la cobardia del gatillo. Igual Blumberg nunca volvera a ser feliz.

Sky


Sali un rato en una tarde soleada, camine hasta la esquina de mi casa en Villa Urquiza. Hora de siesta debia ser si mal no recuerdo. A veces me confundo un poco los horarios, quizas por mi trabajo nocturno, quizas porque vivo con otros tiempos. Los que me conocen saben de que hablo. Vi estas nubes y la luz asomando. Me gusto, me parecio bastante comun, pero nunca tuve una foto asi y se las quise regalar a todos los que la aprecian ahora. Para que vean lo que a veces se me escapa, muchas veces se me escapa. No esta vez.

GRAN-IZO


Escuche golpes, pense que eran de alguna obra en construccion. Eran cada vez mas y se acercaban. Supuse en mi delirio que podian ser disparos. Pero el barrio es tranquilo comunmente. Y de pronto, el mundo parecia venirse abajo. Exagerado, yo? Miles y millones de piedras de hielo de dimensiones increibles: pelotas de golf, no. Pelotas de tenis. Y la gente corria en busca de refugio y los autos se subian a las veredas donde hubiera algun toldo. Estallaban vidrios, los techos se agujereaban, las chapas se hundian. Y si las piedras seguian aumentando de medidas? Y si me golpeaban la cabeza y caia desmayado y sobre mi cuerpo tirado seguian martillandome miles y miles de rocas heladas hasta matarme? De pronto: silencio. Las personas salian de sus refugios improvisados, los automovilistas miraban incredulos y sin saber a quien responsabilizar por las chapas aboyadas de sus moviles y por los parabrizas y lunetas que ya no estaban en su lugar pues se habian pulverizado.
El cielo sigue gris en Buenos Aires, aunque ya no nos ataca.